Objetivos Inteligentes Y Alcanzables Para Este Nuevo Año

Objetivos Inteligentes Y Alcanzables Para Este Nuevo Año

Lo primero es definir un objetivo claro: ¿qué quieres alcanzar? ¿Qué quieres lograr?

Quiero trotar, bajar de peso, un mejor puesto de trabajo, guardar dinero.

Si. Estas son frases que pensamos comúnmente y que seguramente están más presentes al iniciar el año porque tenemos la intención de lograr muchas cosas positivas, pero no solo necesitamos buenas intenciones sino algunos elementos adicionales que nos ayuden a que nuestros ahora “sueños en la nube” se traduzcan a algo mucho más palpable, con mucha más forma, con fecha de caducidad.

Nuestros objetivos deben ser:

                 Específico, claro, que no nos confunda.

                 Medible, cuantificable. Que se pueda medir la evolución.

                 Lograble, realizable.

                 Realista. Que sea algo que podamos alcanzar.

                 Limitado en el tiempo. Con fecha de caducidad.

 

Voy a ejemplificar con mi objetivo personal de perder peso:

Lo que busco es perder peso. ¿Es cierta esta declaración? En realidad no, yo como keyla quiero disminuir mi % de grasa.

Entonces mi objetivo es específico: Perder grasa del abdomen, conejitos y mi espalda lo cual hace que mi objetivo sea mucho más específico.

Ahora, ¿cómo hago que esto sea cuantificable/medible? ¿Puedo medir esto de la disminución de tamaño de mi abdomen? Claro! Puedo medirlo ahora y ver cuántos centímetros menos quisiera tener en este año que inicia. Además puedo medir cuántos centímetros voy disminuyendo cada semana.

¿El objetivo de cambiar el aspecto físico de mi zona abdominal es realizable? ¿Alcanzable? Es algo que depende 100% de mi, así que si lo es. Es algo que puedo realizar siguiendo algunas consultas a expertos cercanos,  leyendo, poniendo de mi parte, así que realmente si es alcanzable y depende de mi en mayor parte.

¿Mi objetivo es realista?

Debes tener en cuenta que no puedes esperar perder 15cm de cintura en las próximas 2 semanas, ¿Me encantaría? Claro! Pero perder volumen en el abdomen no es algo sencillo y menos tanto en tan corto tiempo. Entonces mi objetivo será más conservador y más realista, porque de lo contrario, te puedes sentir muy frustrado si no alcanzas tus objetivos. ¿Se vale soñar? Claro! Es muy valioso que tus estándares cada vez sean mas altos, pero también es muy importante que sean realistas para que no termines desmotivado.

Ahora bien, ¿Cuándo voy a lograr mi objetivo? ¿Cuál es la fecha de caducidad que yo me pongo para ver los resultados que quiero lograr con mi abdomen? Voy a poner que marzo porque me parece un buen tiempo para adaptarme y mejorar mis hábitos alimentarios.

Ponerle fecha a tu objetivo es muy importante porque de lo contrario lo irás posponiendo y posponiendo y posponiendo. Ponte fechas límite, marca en qué momento quieres lograr A y cuando irás por B. Las fechas son modificables, claro, pero comprométete contigo mismo para que de verdad trabajes a conciencia en la consecución de tus logros.

Dicho esto, mi primer objetivo para este año aplicando esta metodología, sería:

Disminuir el % de grasa de de mi zona abdominal, conejos y espalda reduciendo 7 cms de volumen para el mes de marzo. Wooow! Lo leo y me asusto!

Claro, porque tenerlo bien específico y con fecha de caducidad establecida implica que ahora tengo que encontrar un plan de acción para poder alcanzar mi objetivo, porque solo ahí pegado en mi pared no se va a realizar. Me estoy estresando! Hay que empezar a trabajar.

Además de haber escrito un objetivo inteligente, aquí ocurrieron dos cosas adicionales:

    1. Volví mi objetivo tangible. Es decir, mi objetivo ya tiene nombre y apellido. Cuanto más claros son los objetivos más fácil es realizarlos porque empieza a aclararse el panorama. Saber lo que quieres conseguir con esa claridad es muy importante. Vas a poder enfocar tu energía en la consecución del logro y no en el entendimiento o construcción del logro.

 

    1. 2. Involucramos el hemisferio derecho de nuestro cerebro para este proceso de construcción del objetivo, es decir, participaron también nuestras emociones y sentimientos, no solo la parte racional. Lo sabemos porque estas declaraciones generan una reacción emocional (nos emocionamos, nos ponemos nerviosos, nos animamos, nos da temor) y entonces el objetivo toma una dimensión más real, más verdadera en nuestra mente. Es decir, creemos en él. Lo vemos y lo sentimos realizable. Entonces, ambos hemisferios de nuestro cerebro están comprometidos para su realización.

 

Me cuentas cómo te va en la construcción de tus objetivos, si deseas unirte a algunos de los retos para bajar de peso, revisa aquí, te quiero logrando tus objetivos.

Un abrazo, Keyla

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